Hace más de 10 años y con su carrera recién terminada, Susana San Román llegaba a vivir a la Ciudad de México desde Guanajuato. Era su primera experiencia viviendo sola y no conocía lo que le esperaba. En lo que encontraba un empleo formal, se le ocurrió aprovechar su conocimiento de la historia y ofrecerse de guía de turistas en el centro.
Mucho ha pasado en su vida desde entonces: trabajó en empresas y agencias de marketing, se casó, tuvo a su hija y decidió dejar los trabajos freelance para emprender. Hoy, su agencia Colocando Ideas no solamente se ha convertido en un proyecto personal que da sustento a la familia, sino que ha agregado valor a clientes en México, centro y sudamérica. ¿Cómo logró sobrevivir en el mundo de los freelance y saltar al emprendimiento? Ella misma lo relata.
Busca tener un proyecto propio
Susana y Polo Ruiz, su esposo, eran freelancers cuando se conocieron y desde que eran novios platicaban de ideas para emprender. Ahí surgió la semilla de tener algo propio. “Nos dimos cuenta que las empresas eran un problema porque todas tenían una agencia. Detectamos una necesidad, y decidimos unir nuestros talentos e invertir el tiempo que invertíamos en otras empresa, en algo propio con nuestros valores y que sea un patrimonio para nosotros”.
Evalúa pasar de freelancer a emprendedor
Probablemente si estás leyendo esto te dedicas a ser freelancer o lo has sido. La misma duda de pasar a un esquema más formal lo tuvieron que evaluar Susana y Polo a la hora de decidir constituir una empresa. “Cuando eres freelancer no te toman muy en serio. Es una asset muy valioso para una empresa pero cuando tienes una empresa propia, puedes ir a pitchingsy te respalda. Eso a las empresas las tranquiliza. Como empresa ya firmas un contrato.”
La solidez económica y tener un proyecto a largo plazo para la familia fue determinante. “Pensé: ¿Qué quiero de mi futuro?, dice Susana, “lo platiqué con mi esposo y dije que queremos tener una solidez, desarrollarnos plenamente en lo que nos encanta hacer, construir un futuro económico que sea bueno para nosotros, para nuestros hijos, y cuando seamos viejos que tengamos tranquilidad, pero ha sido un trabajo muy redituable”.
3. Sé selectiva con los clientes y proyectos
Si algo aprendió con su experiencia en oficina y como independiente es que hay que darse el justo valor por el trabajo, ya que aceptar menos paga respecto al esfuerzo que das al largo plazo afecta no solamente a las finanzas sino al ánimo y al propio plan de crecimiento.
“Mis consejo para los freelancers es: elige bien con quien quieres trabajar. qué tipo de cliente quieres tener y visualiza cuánto quieres pagar. De esos clientes vas a aprender muchísimo porque vas a enfrentar nuevos retos y vás a emprender más cosas“.
4. El valor de la pareja como un equipo
A diferencia de muchas parejas en las que uno de los dos emprende y el otro tiene una vida aparte, el colaborar como pareja permite apoyarse en diferentes áreas, sumar esfuerzos y enfrentar retos en equipo, con otra perspectiva diferente a la que tendría un solopreneur. “Yo llevo más la operación y él lleva algunas cosas administrativas, ve a otros clientes. Es un trabajo super rico y él es mucho de sumar”
Con el tiempo, el número de clientes creció, también sus necesidades y con ello, los roles de cada quién evolucionaron para ser no solamente jefes, sino líderes. “Ya estoy en una posición en la que superviso al equipo porque ya no opero todo como antes. Es padrísimo porque podemos crecer más que antes. A veces creo que en el emprendimiento esto falta”.
5. Aprende a medir los resultados
En el mundo del marketing solemos ver egresados de carreras que evitan números pero en el mundo laboral eso ya no es opción, sin embargo, al tratar con directivos y ejecutivos de distintos niveles y especialidades, debe pensar en comunicar los resultados de manera efectiva y sencilla. “Hacemos reportes muy visuales que se pueden entender, pero también van al de ventas y al de finanzas, entonces tenemos que hacer reportes de acuerdo al tipo de clientes. Medimos diario. La medición te ayuda a tener mejores resultados cada mes”.
6. Cuida a tu equipo
Colocando ideas surgió con una filosofía de crear un ambiente de trabajo donde los colaboradores sintieran que formaban parte valiosa de un equipo y tomaban en cuenta sus necesidades.
“Yo odiaba cuando trabajaba para otros, nunca ver el sol. Salir a las 7 de la noche y ya no había sol, y cuando tenías que ir al banco o al doctor, tenías que pedir permiso. Cuando mi mamá venía de visita sólo podía comer con ella 45 minutos porque tenía que llegar a checar y prometí nunca hacerle algo así a la gente que trabajara conmigo.”
Teniendo esto en mente y sabiendo que tenían que trabajar con clientes que operaban con horarios en Nueva York, San Francisco, Brasil, Colombia y México, buscaron un esquema más flexible. “Creemos en la responsabilidad de la gente, lunes y viernes hacemos home office, porque no hay necesidad de estar todo el día ahí. Con tu computadora y desde el celular puedes trabajar donde sea”
Para esto, la experiencia godín de Susana y varios jefes fueron clave en su aprendizaje. “Es irreal, la gente tiene que descansar. Cuando contratan, los directores a veces olvidan que el que está trabajando también es un humano como tú y quiere ir de viaje, ver a su familia, si está de viaje, reposar en su casa, son cosas que deshumaniza y solo ve como un número de empleado».
7. La locación como factor para el éxito
Sus oficinas se encuentran en el barrio de Nápoles, en el centro de la Ciudad de México. Eligieron sus oficinas por su ubicación cercana a transporte público, especialmente metro y metrobús, su cercanía a Insurgentes, Viaducto o Cuauhtémoc, pensando en sus empleados, sobre todo en los recién egresados que no tenían coche propio y moverse a zonas con poco transporte público afecta en su productividad.
“Yo diseñé mi vida de esta manera porque tener la empresa me ayuda a ser así e invito a la gente que trabaja conmigo el hacerlo así pero siempre teniendo el compromiso por delante”. Además, la locación céntrica les permite llegar más fácilmente a las oficinas de la mayoría de los clientes. “Tenemos que entender que la vida va más allá de un escritorio”.
8. Apóyate de su equipo para la maternidad
Susana y Polo ya estaban emprendiendo y comenzando con clientes grandes cuando esperaban su primer hijo, lo cual trae mayores retos “Tener al cliente nuevo era como tener a otro bebé”. Con más responsabilidades, llegan nuevos aprendizajes y a veces lo más difícil para un emprendedor es darse cuenta que no puede hacerlo todo. “Está increíble. He aprendido muchísimo de mí misma, de ella, de mi pareja. El primer reto es que necesitaba soltar.”
Este reto orilló a buscar hacer crecer al equipo, delegar responsabilidades, apoyarse de otros emprendedores para hacer crecer su capacidad, buscar asesores y sobre todo, a no dejar la vida pasar por concentrarse en su proyecto:
“De mi hija aprendí a maravillarme. Para ella todo es nuevo diario. Esa capacidad de sorpresa me inunda y aprendí mejor a llevar mi tiempo. Yo vivo por agenda y ahora más, porque digo ‘quiero ir con ella al parque y ver como se maravilla’ entonces tengo que organizarme bien y que mi equipo se organice mejor”.
No suele ser fácil, ya que la agenda de emprendedora, madre y esposa puede ser agotador pero para Susana, el no vivir esos momentos tiene también un costo irrecuperable. “Pienso estas mamás que salen a las 6 AM con la bebé dormida, llegan por ella a las 7 PM y la niña ya está cansada porque estuvo todo el día fuera y su mamá lo mismo. En serio, crecen rapidísimo y si no estás con ella se pierden eso”.
¿Qué deja a nivel personal y como emprendedora en convertirte en madre cuando la empresa se está consolidando? Me sorprendió la respuesta que me dió. “El tener a alguien que dependa de ti, que aprenda de ti, además como persona te exige ser mejor porque aprenden como imitación así que no debes tener malos hábitos. Debes cuidar tu salud personal, profesional y laboral”.
9. Rodéate de expertos y haz networking
“Cuando necesito ayuda, la pido. No puedes ser experto en todo” es el mantra que la fundadora de Colocando Ideas adoptó desde que se propuso crecer su empresa. Por eso cada año se apoyan en especialistas externos que les enseñe sus puntos a trabajar,a manera de auditoría de procesos.
Aprender a delegar para poder crecer, para poder obtener nuevas cuentas, era prioritario, por eso tuvieron que ver los procesos en los que podían apoyarse de terceros y contrataron a una agencia para ahorrar tiempo en buscar a nuevos miembros del equipo. “Es padrísimo porque ayudé a otra emprendedora. Me encontró perfiles increíbles y pude contratar a alguien en quien confié”.
Para Susana, rodearse de expertos es el mejor consejo que puede darle a emprendedores, especialmente a aquellos que quieran llegar lejos. No solamente en finanzas sino en crecimiento personal, ya que lo permeas al equipo. “Hemos conocido gente increíble, que trabaja con nosotros en Brasil, en México, que son gente apasionada, que son talentosos, creativos, comprometidos, eso es increíble porque hicimos un equipo muy padre”.
10. Confía y prepárate
Para el equipo de Colocando Ideas, un emprendedor es un solucionador y por eso debe cultivar relaciones sanas y duraderas con sus clientes. Aunque es de personalidad muy abierta, también ha sentido nervios, ya sea al presentar una nueva idea o de viajar a otros países a presentar los resultados a la oficina global de cada cliente.
“Una vez tuve que presentar ante 15 directores. Yo iba súper nerviosa y fue increíble porque al terminar me aplaudieron. Les hizo sentido porque preparé 2 meses la presentación, porque está en línea con su estrategia y con los objetivos de negocio”.
La confianza en la calidad de tu trabajo implica no solamente en el presentar, sino en la dedicación al mismo, la preparación y en saber que los resultados ayudan a crear un círculo virtuoso con clientes para crecer juntos. No hay que tener miedo a “cacarear el huevo”, pero si vas a hacerlo debes estar preparado de todas todas. “A veces logras cosas que ni siquiera imaginaste».
11. Actualízate
Cada año, Susana y Polo toman cursos, van a eventos, se informan de qué viene en marketing y se mantienen activos, ya que saben que es una profesión en constante cambio. “No puedes hacer nada más relaciones públicas old school. Es parte del proceso pero tienes que ver como hacerlo diferente Hay periodistas que solamente escriben en onda digital que escriben sus propios contenidos. Debes ver cómo actualizarte”.
Ante toda la carga de trabajo, es fácil creer que no se avanza, por lo que Susana le recomendaría a su versión más joven no agobiarse por el presente sino reconocer cómo ha crecido. “Tómate un tiempo, voltea hacia atrás y ve lo que has logrado. Reconócete por lo que has recorrido”.
Leer la entrevista en Entrepreneur aquí